Datos repugnantes sobre la barba
¿Son las barbas de los hombres más sucias que un retrete? Puede que hayas visto titulares como éste, pero estamos aquí para decirte por qué no tienes que asustarte por tu barba. Estamos desmontando el mito de que las barbas están llenas de gérmenes, así que sigue leyendo para conocer los HECHOS (y algunos consejos sobre cómo mantener tu barba limpia).
Hace unos años, un canal de televisión local publicó un «estudio» en el que se tomaron muestras de la barba de varios hombres y se analizaron los resultados. Este experimento encontró «bacterias entéricas», una parte del bioma humano que también se encuentra en… los excrementos.
De repente, este experimento totalmente acientífico se hizo viral, y nació la leyenda urbana de que las barbas estaban llenas de gérmenes. El «estudio» ni siquiera pasó un hisopo por las caras de los hombres bien afeitados, y los científicos dicen que si lo hubieran hecho, esos hombres sin barba probablemente habrían tenido las mismas bacterias en sus caras.
La verdad es que, según el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, no hay pruebas científicas que sugieran que la mayoría de las barbas sean impuras o una fuente importante de bacterias dañinas. Si te limpias la barba con regularidad, igual que te limpias el pelo de la cabeza, no corres más riesgo de contraer enfermedades que los hombres sin barba.
Bacterias de la barba inodoro
Un canal de noticias local llevó a cabo el estudio, en el que se tomaron muestras de las barbas de varios hombres y se analizaron. ¿El resultado? Las barbas contenían «bacterias entéricas», una parte del bioma humano que también se encuentra en la materia fecal. Los resultados bastaron para que el artículo se hiciera viral en Internet y se creara una nueva leyenda urbana.
La emisora tomó muestras de las barbas de algunos hombres y descubrió algunos ejemplos de bacterias desfavorables. Pero no tomaron muestras de la barbilla de ningún hombre bien afeitado. Si lo hubieran hecho, es muy probable que también hubieran encontrado bacterias similares en esas barbillas.
La cuestión es la siguiente: esas mismas bacterias pueden encontrarse en docenas de otras superficies que tocas cada día, y normalmente no te causan ningún daño. De hecho, billones de bacterias viven en nuestro cuerpo sin poner en peligro nuestra salud.
La ciencia está empezando a conocer las numerosas especies de bacterias que viven en nuestro organismo y su función. Sabemos que la mayoría de las bacterias no son malas para nosotros: muchas son beneficiosas y, en algunos casos, necesarias para una buena salud.
Infección bacteriana de la barba
En los últimos años han aparecido en los medios de comunicación titulares contradictorios sobre los supuestos aspectos higiénicos de la barba. Algunos han afirmado que están repletas de bacterias, incluidas las procedentes de las heces humanas. El Dr. Chris van Tulleken, especialista en enfermedades infecciosas, decidió llegar al fondo de la cuestión realizando su propio muestreo.
Chris frotó las barbas de hombres en la calle en Londres y entregó las placas de agar al Dr. Adam Roberts de la UCL, que las cultivó e identificó las especies. Encontró más de 100 bacterias diferentes en 20 barbas distintas, además de un par de mohos. Sin embargo, cuando identificó las bacterias, todas se encontraban comúnmente en la piel (en su mayoría especies de Staphylococcus). Había una (Barnesiella) que puede encontrarse en el intestino delgado, pero eso no significa necesariamente que proceda de las heces.
Sin embargo, Adam también analizó las propiedades antibióticas de las bacterias, es decir, su capacidad para matar a otras bacterias. En un entorno como la barba, donde hay muchas bacterias compitiendo por los recursos, algunas han evolucionado para producir toxinas que matan a otras, y estas toxinas son las que utilizamos como medicamentos antibióticos.
Productos para la higiene de la barba
No existen pruebas concluyentes de que la barba favorezca la proliferación de bacterias, pero tampoco podemos confirmar o negar si puede provocar un aumento de la excreción bacteriana. En cuanto a los virus, simplemente no hay información.
En 1843, una carta al editor titulada «El crecimiento de la barba considerado médicamente», publicada en el Boston Medical and Surgical Journal, sostenía que la barba era beneficiosa desde el punto de vista médico, y que «la práctica de afeitarse la barba, y privar así a la cara, la garganta y el pecho de esa eficaz protección que la naturaleza ha proporcionado» era responsable de las «numerosas enfermedades de los órganos respiratorios que aquejan a la humanidad».
Sin embargo, en 1916 la barba había perdido su condición de salvaguardia. Edwin F. Bowers (que más tarde inventaría la pseudociencia de la reflexología) escribió en un artículo para McClure’s Magazine que «no hay forma de calcular el número de bacterias y gérmenes nocivos que pueden acechar en las selvas amazónicas de una cara bien bigotuda, pero su número debe ser legión».